Dos meses antes de que el actual invierno termine, el departamento de diseño de Texcom, presenta la carta de colores del próximo. La misma es resultado de diferentes viajes de tendencia, del contexto cultural, de las preferencias de la región y la viabilidad comercial.
Así es como el invierno 2019 ofrece abrigo, calor de hogar y mucha madera. Esta paleta suntuosa y por momentos, algo retro, incluye algunos tonos pasteles: como Hermes (30011), Osiris (30420) e Hipocampo (7594) y otros que representan herencia y libros antiguos como Amaranto (5186), Magnolia (7251) y Camelia (2270), por mencionar algunos nada más.
Cuarzo (2408), Obsidiana (30010), Gris (3043) y Mamba (30009) son producto de la arquitectura, en particular de las construcciones brutalistas y los auditorios deportivos. Los pensamos combinados con Copacabana (5185) porque gracias a su aporte de energía, se percibe un nuevo lujo.
La selección de tonalidades tierra (castaños, dorados y rojos intensos) se reserva para pleno otoño y queda representada en el abanico comprendido desde Troya (7596) hasta Pimentón (1672). Esta tendencia examina la conexión entre la gente y sus conductas más primitivas, con la idea de rusticidad y teñido a mano.
Los verdes inspirados en los bosques e influencias militares están bien distribuidos. En grupos de tres, al principio, tienen a Dinosaurio (30717), Clorofila (30718) y Celta (30720); y hacia el final Hiedra (7718) y Arveja (30724).
Ahora bien, una vez estrenado el invierno, los tonos citadinos, fácilmente identificables de noche, como las luces de los semáforos, los conos y la señalética vial se resumen en Oh la la (7253). Mientras que la atmósfera mística y fantástica de los morados y azules sombríos está comprendida entre Súper (30425) y Tokio (7587), con ultravioleta (7593) y Mafalda (7589) en el medio.
Hulk (30721), Flash (30324), Minnie (30323) y Daisy (7588) son tonos que por lo general, quedan asociados al verano. Quisimos dejarlos para elevar la paleta todavía más.